El staff del Vaticano le entregó uno y así el joven terminó saliéndose con la suya.
De luna de miel en Roma, han podido saludar al Papa.
Afrontó la delicada cuestión de cómo dialogar con otras culturas sin anularlas.
Reflexionó sobre el complicado proceso de anunciar el Evangelio a otros pueblos y culturas.